viernes, 19 de diciembre de 2008

Marat Sade



MARAT SADE ¿LOCO O REVOLUCIONARIO?
por Bruno Mateo

Cuando presencié el montaje del texto MARAT SADE por Peter Weiss (1916-1982) en versión libre y dirección general de Ibrahím Guerra en la sala RAJATABLA en Caracas y como propuesta artística y requisito obligatorio para la consecución del título de Licenciado en Teatro en la Universidad Nacional Experimental de las Artes UNEARTE a los 5 días de diciembre de 2008, experimenté una grande y buena sorpresa. El espectáculo llenó mis defraudados intentos por ver algún montaje teatral de calidad: El trabajo escénico fue bastante creativo e inteligente.

Para escribir sobre “la obra” de teatro lo haré bajo tres perspectivas: la primera, como puesta en escena; la segunda como desarrollo de los personajes mediante el trabajo actoral y la tercera, el espectáculo como un todo artístico que se vincula con una realidad y un imaginario socio cultural contemporáneos.

En esta 1era. parte abordaré la puesta en escena; las acciones del montaje se ejecutaron como punto de partida en el llamado “lobby” del edificio sede del grupo RAJATABLA que si lo observáramos en perspectiva desde arriba con una visión satelital, el espacio escénico se sale del tradicional medio cubo (estilo teatro a la italiana), más bien dibuja una “L” no muy larga. En la entrada, el público fue llevado –por ese mágico poder del teatro de la transformación –al escenario mismo de la representación. Los actores hicieron que el lugar se convirtiera en un hospital psiquiátrico de finales de siglo XVIII sin la utilización de grandes mobiliarios y elementos escenográficos de la época. Al abrir las puertas del escenario mismo del teatro, el público fue ubicado en 2 columnas paralelas, una frente a la otra dejando una pasarela para la representación. A continuación palabras escritas por el director de la pieza Ibrahím Guerra en el programa de mano acerca del espacio:

“Es la primera vez que se presenta de la misma forma como lo exige su autor original, en una sala de baños del hospital psiquiátrico donde el Marqués de Sade representaba obras menores para recreación y procesos terapéuticos de los enfermos…”

No obstante, observé que el espacio en su totalidad no cubrió esta afirmación. Sólo –desde mi asiento – la parte derecha del escenario en donde el personaje de Jean Paul Marat estaba dentro de una bañera (por cierto muy acorde con la estética del montaje en cuanto al color).

Me percaté que la dirección de actores fue rígida y profunda. Se utilizó para ello distintas técnicas tales como el naturalismo, la acción física sobre el texto, algunos elementos arquetipos de la Comedia del Arte y la interacción entre el actor y el público tal como fue planteado por Bertolt Brecht (1898-1956).

El ritmo de la puesta en escena pasó por distintas velocidades, desde un ritmo natural como el latido del corazón hasta una frenética taquicardia que hizo muchos amagos de infartos. Guerra, jugó brillantemente con la conexión entre las emociones de los actores y el público con los variados ritmos de cada escena del espectáculo.

La escenografía fue inteligentemente escogida – desde mi silla –a la izquierda en la pared una imagen cuadriculada de Napoleón Bonaparte como un símbolo del poder autoritario y magnánimo en contradicción con la esencia misma de la Revolución y sus ideales republicanos, una reja corrediza y un estrado con una guillotina. Encierro y muerte. Símbolos de cambios en épocas de Revolución (me refiero a la Revolución Francesa de 1789). Vestuarios, peluquería, maquillaje y utilería justos y precisos.

Bruno Mateo

Técnico medio en artes escénicas opción actor

Licenciado en Letras (UCV)

Email: bruno_mateo1@yahoo.com.ve

Blog: www.ciudadescrita.blogspot.com



martes, 11 de noviembre de 2008

“Don Juan en San Juan: ¿Qué no harías por amor?”


EL “DON JUAN” GRADUÓ AL PROFESER UNEARTES-TEATRO 2008

El pasado 02 de noviembre de 2008 presencié en la sala Nicolás Curiel ubicada en la sede del antiguo Instituto Universitario de Teatro IUDET en San Martín en la ciudad de Caracas uno de los montajes de graduación del Profeser UNEARTE que se tituló “Don Juan en San Juan: ¿Qué no harías por amor?” (Por cierto vi el nombre del montaje más claro dentro del díptico que entregan al público, porque el diseño de letras en la portada del mismo es un poco confuso).

Aclaro que la siguiente crítica es personal lo que implica necesariamente un juicio subjetivo, aclarado este punto, continúo: El montaje comenzó a la hora pautada. ¡Bravo! Son pocas las agrupaciones que respetan al público en cuanto a la hora. Este trabajo según se lee en el programa de mano fue bastante ecléctico, por decirlo menos, con respecto a la utilización de textos dramáticos de distintas autoras y autores: Tirso de Molina (seudónimo del Fray Gabriel Téllez), Moliere, Zorrilla, Calderón y Sor Juana Inés de la Cruz), tal vez, esta selección responde a la cronología biográfica de los escritores, exceptuando a Zorrilla que vivió un período un poco más tardío (1817-1893) o criterios de similitud de temáticas. No sé. Los textos fueron ¿respetados? Me percaté de que no fue así. Los actores muy a la usanza de los actores de legua utilizaron las llamadas morcillas o “criollizaron “los parlamentos. Esto responde evidentemente a la concepción que hizo el director del montaje -quien fue Costa Palamides- una visión más actualizada del asunto éste del hombre machista – en el caso particular del montaje- latinoamericano. Aunque esto no sólo ocurre en nuestras latitudes. Basta ver cualquier periódico de España- por ejemplo- para sorprendernos de cómo los hombres maltratan a las mujeres llegando incluso a constantes asesinatos. El Don Juan del Profeser fue más light con respecto a la violencia de género. Hizo más hincapié en el hombre “pica flor” .El hombre que no puede dejar de tener sexo con cualquier mujer sin importarle su estado civil.

La puesta en escena fue llevada hacia el estilo musical con canciones de distintos géneros latinoamericanos – tangos, boleros, brasileras- a mi parecer un poco descoordinados en cuanto a la coralidad. Aquí se hace necesario revisar en trasfondo esta situación: ¿no tuvieron tiempo?, ¿no hubo profesor de canto? Otra incertidumbre. Acoto que no canto nada. Pero se notó demasiado para obviar este detalle. Un detalle que repercutió en el montaje porque éste se supone era una revista musical. El concepto de la puesta es el sarcasmo y daba una visión satírica de los problemas típicos de Latinoamérica como lo son: la corrupción, la utilización de la política como medio de poder y el machismo. El hilo conductor del montaje fue la historia de Don Juan personaje en sus andanzas con las mujeres y su final trágico. La muerte por envenenamiento llevada a cabo por una mujer, mejor dicho, por el fantasma de una mujer asesinada por él. Aquí hay una reivindicación femenina frente a la actitud de poder del hombre. Un problema de sexismo. La idea interesante. La materialización de esta idea fue burda y poco acabada. Las actuaciones –creo- que estuvieron parejas. Dominio escénico y técnicas de interpretación y voz. No la voz en función del canto -el cual fue deficiente- sino en cuanto a la fabricación de personajes. Acoto que considero que Ludwing Pineda estuvo brillante en su interpretación de Catalinón. Delbis Cardona estuvo a la altura de un excelente actor trabajo con pericia a su personaje Don Juan.

Para finalizar afirmo por un lado que el montaje fue divertido y resumió los estudios de las egresadas y egresados del Profeser- UNEARTE 2008 y por otro pienso que se pudo haber hecho un brillante montaje. La idea fue atinada, sin embargo, se quedó en el camino.


Bruno Mateo
Técnico medio en artes escénicas opción actor
Licenciado en Letras (UCV)

Email: bruno_mateo1@yahoo.com.ve
Blog: www.ciudadescrita.blogspot.com



lunes, 10 de noviembre de 2008

Crítica Teatral Nacional


Un espacio en la web creado para que des tu libre opinión sobre todos y cada uno de los espectáculos teatrales dentro y fuera del territorio nacional. Apto para todo el mundo, directores, actores, profesores, críticos y espectadores. Comencemos pues esta interesante labor con mucha seriedad pero sobre todo sin dañar la reputación ni la integridad de nadie.


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